Como en muchas ocasiones, el pasado viernes 11 de septiembre, uno de tantos jóvenes que merodeaba por el interior de la estructura del edificio, situada junto a los pisos de protección oficial en el Barrio Pereda de Argoños, tuvo una caída con graves consecuencias. Momentos después del fatal accidente llegó una ambulancia del 061, cuyo personal procedió a inmovilizar al niño de 9 años junto al visible charco de sangre en la acera. Mientras recibía los primeros auxilios, acudió una segunda ambulancia, además de dos dotaciones de la Guardia Civil, una de ellas trasladó a la madre del joven hasta el lugar del accidente. El herido, que fue trasladado al hospital, presentaba un severo traumatismo en la cabeza y una posible rotura de cadera.
La Guardia Civil procedió a inspeccionar planta por planta la estructura del edificio, tomó medidas de los accesos y agujeros en el suelo de las mismas, además de realizar diversas fotografías.
Este percance, que podría haber tenido un fatídico desenlace, no es nuevo para los vecinos que continuamente han visto asaltar, desmantelar, robar e invadir una propiedad abandonada e insegura durante años. En mayo publicábamos una noticia en la que poníamos de manifiesto este problema que continúa sin que se haya tomado ni una sola medida para solucionarlo: Inseguridad y robos en Argoños.
¿Es necesario que ocurra una auténtica desgracia para que el Ayuntamiento mueva un dedo?